Cordial invitación a la N A D A
Escribí algo para ti en la melodía de la canción que suena una y otra vez.
Escribí en el beso que me diste a la luz de la noche.
El escrito se dibuja justo al lado de tu labio superior, ese mismo que se esconde entre colores rubios cuando sonríes.
Sin una sola palabra, pero a pulso, escribí una pequeña huella en tu lengua.
La noche sirve de espejo, una calle desolada (yo sé que nos ven, siempre hay alguien observando), un sonido nervioso esperando a ser exhalado. Un aliento completo que se desafora con el simple rose de las manos, de tus dedos y los míos.
Desventurados quienes temen a una carrera llena de velocidad, quienes no ceden al riesgo de abalanzarse a la nada. ¿Y qué si no hay fondo? ¿Dónde vamos a caer? ¿Y si no es caer sino levantarse?
Deja tu figura tendida en mi almohada, yo me encargo de no desdibujar las señales de tu cabeza, el resto de tu cuerpo lo tengo en el pecho y es lo que hace arder cada latido.
Es esta fiebre la que calienta mi deseo de esperar, y cuando llegues a mí (no hablo del momento) tomarte de la mano y correr hacia el no-fondo.
Te mentí, no dormiré apenas muera nuestra conversación, me dedicaré a escribir palabras inconexas… las cuales, seguramente, no leas.
Sí, esa canción como estas letras que poco gozan de técnica, son para ti. Lamento decepcionar al más erudito.
Aquí estaré. Y si no llegas a recatarme, seguiré con los brazos abiertos y las manos prestas para digitar pensamientos (varios).
HOT AS A FEVER
RATTLING BONES
I COULD JUST TASTE IT
TASTE IT
IF IT’S NOT FOREVER
IF IT’S JUST TONIGHT
OH IT’S STILL THE GREATEST
THE GREATEST… and I’ll keep waiting
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