Carta abierta a mi madre
¿Mamá, por qué no nací en Europa? ¿Por qué mi padre no fue Chaplin o Bob Marley o al menos Samper? ¿Por qué tenías que llamarme con el nombre más popular de toda América? ¿Por qué, Madre, tuve que hablar español? Madre, ¿Por qué mis vacaciones nunca fueron en París? ¿Qué te costaba, Madre, haberme criado en un palacio, lleno de tapetes hechos de piel de tigre? ¿Era mucho pedir engendrarme con un hombre al cual pudiera con respeto llamar: Papá? Sentármele a la diestra, agarrarle la mano y, sin temor, decirle: -Tengo miedo Padre. Tengo miedo de no responder a los azares de la vida. ¿Madre, por qué no viajo de vez en cuando entre los siete mares y decido la estadía de mis noches entre un folleto de hoteles cinco estrellas? ¿Para qué, Madre, la vida tenía que negarme posibilidades y hacer de mí un bastardo de la realidad social? ¿Por qué, Mamita, no podíamos beber vino a la cena? ¿Por qué, cuando niño, tuve que compartir habitación con mi hermana? ¡Yo quería un palacio! ¿Por qué no nací en