dos (más) doble uno
Siento ya como la garganta se cierra. Mi cuerpo como buen alimento del universo se dispone a reaccionar al cambio. Ya toca el piano, esta vez lo escucho desde la orilla del río que salvaje y tierno toca mis pies. Hay aguas que desee alguna vez tocar en compañía ausente y hoy, justamente hoy vuelvo a nadar en ellas, sin ningún deseo de compañía (no de esa que más lejos se queda). Son tantos los soles que han aparecido ya. Los mismos que se han escondido entre los cerros. Ha pasado tanto tiempo que las manecillas del reloj aseguran estar ya borrachas de girar. Ayer le recordé y más que a usted, recordé el dolor que causó en mí. Volver a este lugar es emancipante y saber que estaré aquí mismo cuando el reloj marque las 12. Celebraré conmigo mismo y de la mano de mi hija. Mirando el oscuro cielo y pensando en tanto y tanto. Recordando dolores, porque me conozco. No es la primera vez que es año nuevo. 1S1. Sintiendo cómo quien fue mi gran amor puede respirar aires argentinos mientras yo