Justo antes de que llegue lo que tanto espero
Quiero escribir palabras que nunca antes haya escrito.
Sacudirme de las cosas que me alejan de mí mismo y, sobre todo, de mis propósitos. El rumbo de mi vida ha girado hacia otro destino y acá estoy: para permitirme volver al inicio.
Un hombre que busca el medio donde transportar sus deseos, pero sobre sí mismo, quiero ser de nuevo aquel egoísta que desea sólo su bienestar sin hacerle daño a nadie.
Quiero sentir sueño justo a las 10 de la noche, dormir tranquilamente y que mi cabeza sólo piense en descansar de tan agitada vida. La quietud y la inercia son en este momento mis enemigas: las declaro enemigas eternas porque funcionan como titiriteras cuando me deshago de mí.
Quiero que el recuerdo de MI existencia sea materia.
Huyo de la depresión ajena porque ese estado inundó mi ser en algún tiempo. Y si no me usas como trampolín no seré yo quien te ubique sobre mí, me empuje hacia abajo con fuerza y te haga saltar y despertar de la tristeza a la que te obligas a vivir. Quiero verte feliz, de tu felicidad me encargo yo, pero si no me dejas no haré nada para que funcione.
Tengo tanto por hacer que he olvidado le orden del programa, y me he quedado en pausa. ¿Dónde está el botón para reactivarme?
Sí, este sentimiento, producido por pocas personas [hasta ahora], no me encerrará en una caja de cristal o cartón, no se lo permitiré ni a ti ni a ella ni a ellos ni a nadie. Amo porque me gusta hacer feliz, pero esta felicidad se está agotando, no quiero vestigios… porque vendí todo, entregué todo, debo todo y, como es costumbre, no guardaré residuos de nada. Rogar no hace parte de mi ser, ese no soy yo.
Ya no sé si deseo esperar a que llegue la cercanía, ya no sé si lo que pienso hace parte de una estructura dramática o es la realidad. Estoy entre la verdad y el sueño, estoy en alguna parte, justo en la mitad.
Con más ansias que años… juro, ante este teclado, que me voy a reinventar, pero no para ti, para nadie sólo para mí.
Hoy te leí, no... escuché tus letras en otra voz y esa fue mi respuesta.
Sacudirme de las cosas que me alejan de mí mismo y, sobre todo, de mis propósitos. El rumbo de mi vida ha girado hacia otro destino y acá estoy: para permitirme volver al inicio.
Un hombre que busca el medio donde transportar sus deseos, pero sobre sí mismo, quiero ser de nuevo aquel egoísta que desea sólo su bienestar sin hacerle daño a nadie.
Quiero sentir sueño justo a las 10 de la noche, dormir tranquilamente y que mi cabeza sólo piense en descansar de tan agitada vida. La quietud y la inercia son en este momento mis enemigas: las declaro enemigas eternas porque funcionan como titiriteras cuando me deshago de mí.
Quiero que el recuerdo de MI existencia sea materia.
Huyo de la depresión ajena porque ese estado inundó mi ser en algún tiempo. Y si no me usas como trampolín no seré yo quien te ubique sobre mí, me empuje hacia abajo con fuerza y te haga saltar y despertar de la tristeza a la que te obligas a vivir. Quiero verte feliz, de tu felicidad me encargo yo, pero si no me dejas no haré nada para que funcione.
Tengo tanto por hacer que he olvidado le orden del programa, y me he quedado en pausa. ¿Dónde está el botón para reactivarme?
Sí, este sentimiento, producido por pocas personas [hasta ahora], no me encerrará en una caja de cristal o cartón, no se lo permitiré ni a ti ni a ella ni a ellos ni a nadie. Amo porque me gusta hacer feliz, pero esta felicidad se está agotando, no quiero vestigios… porque vendí todo, entregué todo, debo todo y, como es costumbre, no guardaré residuos de nada. Rogar no hace parte de mi ser, ese no soy yo.
Ya no sé si deseo esperar a que llegue la cercanía, ya no sé si lo que pienso hace parte de una estructura dramática o es la realidad. Estoy entre la verdad y el sueño, estoy en alguna parte, justo en la mitad.
Con más ansias que años… juro, ante este teclado, que me voy a reinventar, pero no para ti, para nadie sólo para mí.
Hoy te leí, no... escuché tus letras en otra voz y esa fue mi respuesta.
Comentarios